Viaje de Vuelta
(al Yo + al Nosotras)
Escuchamos al sistema y eso nos alejó de nuestra verdad y de lo colectivo. Este doble poemario explora (y celebra) los pasos de ese viaje de retorno a casa.
¿Doble poemario?
Este es un libro con 2 portadas y 0 contraportadas. Si lo abres en uno de sus lados, encontrarás Viaje de vuelta al Yo. Si lo giras y lo abres por el otro lado, encontrarás el Viaje de vuelta al Nosotras.
Ambos poemarios se encuentran en el centro del libro con una obra de la artista visual Laia Noal que puede leerse de arriba abajo o de abajo arriba.
La razón de este doble viaje, hacia adentro para sanar las heridas y volver a nuestra verdad, pero también hacia lo colectivo para cuestionar las desigualdades que nos atraviesan, es simple: no basta con hacernos fuertes, hay que hacernos juntas. Y al revés: no basta con politizarnos por fuera si no hemos ‘descolonizado’ nuestra voz interior.
¿Doble poemario?
Este es un libro con 2 portadas y 0 contraportadas. Si lo abres en uno de sus lados, encontrarás Viaje de vuelta al Yo. Si lo giras y lo abres por el otro lado, encontrarás el Viaje de vuelta al Nosotras.
Ambos poemarios se encuentran en el centro del libro con una obra de la artista visual Laia Noal que puede leerse de arriba abajo o de abajo arriba.
La razón de este doble viaje, hacia adentro para sanar las heridas y volver a nuestra verdad, pero también hacia lo colectivo para cuestionar las desigualdades que nos atraviesan, es simple: no basta con hacernos fuertes, hay que hacernos juntas. Y al revés: no basta con politizarnos por fuera si no hemos ‘descolonizado’ nuestra voz interior.
Viaje de vuelta al Yo
Este lado del poemario está dedicado «A todas las personas que callaron su verdad, creyendo que parecer normales las salvaría. Y no se salvaron». El arte de la portada es de Paola Becerra.
El viaje empieza con la nostalgia del propio cuerpo, al que abandonamos para sobrevivir en una cultura que quiere vivir solo en la cabeza. Sigue con el reconocimiento de la tristeza, el miedo, la rabia… en sus múltiples capas. Pasa por la pregunta de quiénes somos más allá de nuestros monstruos, y culmina, como no podía ser de otra manera, con el amor a unx mismx y a todxs las que fuimos.
Viaje de vuelta al Yo
Este lado del poemario está dedicado «A todas las personas que callaron su verdad, creyendo que parecer normales las salvaría. Y no se salvaron». El arte de la portada es de Paola Becerra.
El viaje empieza con la nostalgia del propio cuerpo, al que abandonamos para sobrevivir en una cultura que quiere vivir solo en la cabeza. Sigue con el reconocimiento de la tristeza, el miedo, la rabia… en sus múltiples capas. Pasa por la pregunta de quiénes somos más allá de nuestros monstruos, y culmina, como no podía ser de otra manera, con el amor a unx mismx y a todxs las que fuimos.
Viaje de vuelta al Nosotras
En el Viaje de vuelta al Nosotras el mapa son las demás, la sororidad, el juntarse tras haber escuchado un individualismo que nos aniquila. La fotografía de portada, obra de Verónica Ramilo, lo refleja perfectamente.
Este viaje empieza con ‘No importa en qué bosque’, dedicado a las personas que han sufrido una pérdida inesperada e inexplicable, ante la que solo podemos decir «Estoy aquí». Sigue explorando el rol de las emociones en la opresión, desde la caza de brujas hasta la sociedad líquida, usando la ironía y el humor, pero también la compasión y la rabia, para cuestionar las bases mismas de nuestra cultura y su definición de qué nos hace humanas.
Viaje de vuelta al Nosotras
En el Viaje de vuelta al Nosotras el mapa son las demás, la sororidad, el juntarse tras haber escuchado un individualismo que nos aniquila. La fotografía de portada, obra de Verónica Ramilo, lo refleja perfectamente.
Este viaje empieza con ‘No importa en qué bosque’, dedicado a las personas que han sufrido una pérdida inesperada e inexplicable, ante la que solo podemos decir «Estoy aquí». Sigue explorando el rol de las emociones en la opresión, desde la caza de brujas hasta la sociedad líquida, usando la ironía y el humor, pero también la compasión y la rabia, para cuestionar las bases mismas de nuestra cultura y su definición de qué nos hace humanas.